Lo que une mejor es…

Lo que une mejor es…

Primero lo primero, un poco de sal y aceite en el agua para que no se peguen la pasta, ¿En qué estabas pensando tratando de ponerlos sin esto?  Yo sé que estás aprendiendo pero esto es básico, vamos, acompáñame a la despensa que hay que sacar el tomate y la nata para la salsa, sabes que a la tía Julita le gusta demasiado con tomates frescos, y que se negará si ponemos tomate frito nada más, nono, esos no que están un poco viejos, coge los más nuevos, más frescos, lo mejor para la familia, muy bien, esos están perfectos. Ahora a la cocina, vas a ver que nos saldrá genial.  

Suena el timbre de la puerta, llega el tío Francisco con el postre: tarta de queso y mermelada de frambuesa.- No se me encimen mucho chicos que voy a tirar el postre al suelo, esperen un rato, ahora les doy un beso a todos, ¿Dónde está su madre? Ah claro, en la cocina, cómo no. A ver, hagan paso, muy bien, vamos a ver si necesita ayuda. 

¡Juliana! Qué bien huele esa salsa, y qué bien que mi ahijado te esté ayudando, ¿ Que ha olvidado poner sal y aceite? No pasa nada Felipe, nos pasa a todos, hasta a la tía Julita, no le hagas caso a tu madre que es una exagerada. 

Vuelve a sonar el timbre, ahora el tío abre en vez de los niños y se encuentra con Sofía, Carolina, Juan y el bebé Pedro con sus padres, y los tíos Pablo y Martina.-¡Hola familia! ¿cómo están mis sobrinos queridos? Ah que has traído pastas para el café, Martina eres tan buena como el pan, pasen a la sala y Juliana está en la cocina para que los niños la saluden, pero con cuidado que está concentrada con la salsa. 

Muy bien Felipe, ahora corta los tomates y puedes ir haciendo la ensalada, que Mariana se está cuidando, y hay que hacer algo suave para ella, ya verás que igual come de tu salsa, huele muy bien, y tamb- ¡Pero mira quien ha llegado! Que bueno verte Martina, que guapa vas, no tenías por qué, pero debo confesar que me has salvado, no había pensado en el café, eres la mejor, venga dale el bebé a Francisco y ayúdame a poner la mesa por favor que sabes que él trae comida y la come, nada más. 

La sala se va llenando de niños correteando y padres despreocupados sabiendo que esa casa es de familia, todos conversando y poniéndose al día en su día a día tan ajetreado, el olor a salsa de tomate va abriendo el apetito y los niños empiezan a pedir que ya coman. La mesa ya está puesta, y la tía Julita ha aprobado la pasta, ahora a comer, todos juntos, compartiendo el vino, riéndose de las anécdotas del otro, . Es verdad que muchas cosas unen a la gente, pero ¡qué no une mejor que un buen plato de comida hecho con cariño!

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