Si todo es sed en esta vida 

arrojarme con vehemencia al torrente de espuma

así matamos dos pájaros de un tiro;

antes de que cante el gallo negro

me sacrificaré  y me tomare al seco lo peor de este mundo 

con un entusiasmo tristemente forzado,

con su virulenta espumante amargura.

Así también con lagrimas de levadura 

se elabora la esperanza con ciertos lúpulos y las lagrimas de la lluvia, 

la noche cruje ante el frió terrible 

la hipotermia de todos los ojos que no quieren ver

y por beber la vida muy de prisa

terminan viendo borroso.

El rostro triste que teníamos se fue olvidando 

gracias a el elixir concebido con sudor de trabajo,

gracias a esquirlas de cebada, 

gracias a ese amarillento burbujeo de risas,

son las flores del campo mas amargo del mundo 

con sus frutas de esperanza puestas en nuestra mesa,

servidas en nuestros vasos. 

Resinas de su poder quedan el el vértice de las copas 

pidiendo calma, pidiendo otra

la única respuesta posible, 

caballo bueno repite 

y mi sombra obediente se sirve una y otra 

con sus labios ebrios de tanta felicidad.

 

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