Micro relatos culinarios

Cuando se ha comido milanesas, muy seguido. Pescado, algunas veces. Dulce de batata con queso, otras pocas. Sus aromas y gustos, han tamizado quizá muchos momentos.

Pero si uno se pone a escudriñar en los recuerdos, puede que aparezcan; como adornos del tiempo.

La milanesa plegable

  – ¿A que me meto la milanesa entera en la boca?

Le susurro a mi hermano en un almuerzo. En ese entonces los chicos no participaban ni dirigían las conversaciones en la mesa. Tenían su propio mundo. Códigos. Valores, símbolos. Toda una vida subterránea.

 – ¿A qué no? Me contesta.

Con disimulo, voy engullendo el contenido principal del plato, cual una boa. Nadie se da cuenta fuera de nosotros dos. Eran las ventajas de aquella niñez. Me lleva mucho tiempo lograr masticar y tragar, con la boca totalmente ocupada. Pero no recuerdo ninguna observación de nuestros padres, a centímetros de distancia, a un abismo adecuado de existencia.

El pescado frío se defiende

Sucedió en un tiempo anterior, porque la mesada me quedaba alta, y la altura de ellas es de solo 80 cm.

Aprovechando una distracción de mi madre, que recibía la soda en la puerta, en puntas de pie, alcanzo a robar un pescado cocinado de la noche anterior, en un plato sobre dicha mesada.

Como lo exigía la ocasión, lo tragué rápidamente antes de ser descubierto. Con tan mala suerte que una espina me lastima la garganta. Así que el ladrón furtivo debió pedir auxilio a su madre ocupada.

No hubo agua ni miga de pan que mitiguen la sensación de algo atravesado. Debo ser llevado al hospital donde me dan una mascarada de anestesia como lo último que recuerdo. Supuestamente la espina no estaba, pero había lastimado a su paso. No me cayó bien el pescado por muchos años.

El queso y dulce de batata pecador

¿Qué confesarle al cura con diez años en la primera confesión? No tenía mucho repertorio de pecados a los que recurrir, así que acudí a una ingesta a hurtadillas de dulce de batata y queso, con su correspondiente pan, tomado de la heladera de casa, en una siesta. No se debía comer a deshora.

A diferencia del pescado, siempre me gustó el dulce de batata con queso; y pan. Algunos pecados no traen malos recuerdos.

Receta de milanesa, de pescado, de dulce de batata con queso; y pan.

Prescinda de por qué razón le llega al plato e ingiera milanesa solo porque le gusta. Cuando tenga oportunidad coma pescado, hace bien, cuidando de no tragar sus espinas. Disfrute para siempre el dulce de batata con queso. De ser posible robado. Es más rico.

Iltis J.