Más allá de los sentidos.

Más allá de los sentidos.

Extasis,

Dulce música celestial saltando sobre mis papilas gustativas,

Que delicia sublime,

Que maravilla,

y saber que solo es un recuerdo,

He viajado en el tiempo,

he vuelto a ser niño,

casi puedo ver a mi abuela con su típico delantal,

el fogon encendido,

la masa lista con sus especies,

la leña en el horno empieza a crujir,

las hojas verdes listas para ser emsambladas,

que rico,

que sabroso,

-¡no te comas la masa! 

Me dice mi abue, 

mientras la agarra con sus manos,

la mezcla,

la adereza y la coloca sobre las hojas,

yo le ayudo amarrarlos,

los metemos de uno en uno, 

son cincuenta piñas de tamales,

la olla de mi abue es la mas grande,

una hora y media después, ya estan listos,

manjar del omnipotente,

mana del cielo,

mi corazón late,

me sudan las manos,

se me hace agua la boca,

Me suena el estomago,

Mi abuela sonríe,

Saca una piña,

Me da uno a mí y el otro lo guarda para ella,

Le colocamos salsa Lizano,

Picante y sabroso,

Suave y delicioso,

Ambrosía,

nectar viviente,

fruto de la vid,

chorreamos el café,

1820 el cafe de mi tierra,

ya huele,

veo el vapor subir,

ya lo puedo sentir,

y allí la leche pinito y el azucar no puede faltar,

el café esta listo, 

lo vierto en mi taza,

le sirvo a mi abue,

dos cucharaditas de azucar para ella y tres para mi,

ella lo toma negro y fuerte,

y yo dulce y con leche,

no hay tamales más sabrosos que los de ella,

ni mi madre los ha logrado hacer tan bien como los hace ella,

quien los prueba,

sube al cielo y besa un ángel,

quien tuvo la dicha de probarlos, 

disfruto el sabor místico de las manos de una santa,

a nadie dio la receta jamás,

como lo dije es un recuerdo del ayer,

un recuerdo de mi alma,

que tragedia,

que dolor,

que tristeza,

quien hará ahora tan deliciosos tamales?,

quien chorreará tan perfecto café?

quien hara vibrar mis papilas gustativas?,

Ahora que te has ido,

Oh mi abue,

porque me has dejado?

¡cocinas a los ángeles ahora!

allí estan Miguel y Gabriel,

chupandose los dedos,

probando tus manjares secretos,

eres ahora la Chef personal del Altísimo,

preparas la mesa de los angeles,

con coros magnificos te reciben,

mientras yo en la tierra,

tan solo vivo,

tan solo recuerdo,

hace tanto tiempo que ha pasado ya,

y el delantal aun huele a tamal,

aun huele aquel viejo fogón,

alli una pequeña mancha del suculento café,

no se borra con el tiempo,

me invade el pensamiento,

se desgarra mi alma,

y entre mi lamento y mi sollozo,

veo una luz gloriosa, 

un reloj marca las 00:00,

las campanas suenan,

mi corazón se agita,

siento miedo,

es ella,

la veo,

toma mi mano,

creí que me llevaria,

solo vino a dejarme un tamal divino,

y café celestial,

los pruebo,

suenan las trompetas,

ella se va,

y yo despierto de aquel bello éxtasis existencial.

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