Guerra, pandemia, más guerra. Terrorismo, cambio climático, pandemia de nuevo, guerra…
El emoticono que me falta refleja hartazgo en su forma más extrema. Cansancio profundo ante el esperpento de lo que somos. ¿No hay redención posible? ¿Llegará la epifanía que provoque el giro argumental en nuestra estúpida forma de existencia?
Carita amarilla con lo ojos muy abiertos. Una pequeña mano introduce en la boca el cañón de un arma corta. Una variación podría ser la misma imagen con una marmota en la cabeza.
En contextos más amables puede usarse también con el mismo significado. Ante el comentario estúpido de un cuñado o la broma repetida por enésima vez que se hace insoportable. En el mundo real, usando lo que podríamos llamar lenguaje de signos coloquial, es ya ampliamente utilizada en este último sentido.
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