Javier y Javier
Al comenzar la secundaria, Javier Ros Molinero y yo no teníamos más parecido que el nombre de pila. Pero un día me acompañó a casa después de clase y se quedó a merendar. A mi madre le hizo gracia que los dos nos llamásemos igual y nos empezó a decir que parecíamos mellizos, tan guapos,...