Memento mori
Menuda odisea para llegar, su puta madre. Más de tres horas para hacer unos cincuenta quilómetros. O menos. Entre la carretera, que muy bien asfaltada no estaba, y esa terrible tormenta, tuvimos que bajarnos de aquel Mercedes y retirar obstáculos por lo menos catorce veces. Si lo llego a saber ni voy. En serio, esa...