De todo un poco

Mi experiencia personal con la tecnología; todo tiene su lado bueno y malo. Si hablo de su divinidad en mi vida, estaría centrándome en lo bueno de la misma.
Como escritora, aunque amo el papel, no puedo negar que usar una computadora me ha aportado mucho laboralmente. Con la pandemia, tuve la oportunidad de conocer el mundo de las entrevistas virtuales; sin haber antes estado en una, fuera de esa realidad. Lo sé, la vida es muy interesante.

En el entretenimiento. Uso más la computadora, y mi celular, que el otro artefacto tecnológico, el televisor. Hasta como lectora ávida, he tenido en muchísimas oportunidades el placer de leer por Internet. Usando aplicaciones en otro increíble artefacto como lo es la Tablet.
La tecnología te permite comunicarte a distancia con tus seres queridos. Conocer nuevas culturas a través de un sinfín de páginas y aplicaciones, vía Internet. 

La tecnología es evolución, esta abarca muchísimas áreas. Pero no quiero explicar qué es la tecnología ni para qué sirve. No haré un ensayo técnico. Quiero enseñarles lo que es para mí la tecnología, en el siguiente cuento breve:
Una nueva banda de música.

Tenía 16 años de edad, cuando descubrí una banda de música. En mí país todavía no eran conocidos, así que, yo fui el primer club de fans de todo el país. Para ser precisa, comencé desde mi ciudad natal, la capital de mi nación.
Gracias a una página muy popular, llamada Myspace, conocí a una chica, quien, cuando necesité de ella, sin conocerla en persona, me ayudó económicamente. Me donó dinero para una hermosa causa. Una chica que no era de mi país. Esa ayuda me la dio 13 años después de conocernos. Teníamos 13 años de amistad, y nunca nos vimos en persona. Todo era virtual, y aun así, me ayudó sin chistar.

La tecnología te permite viajar sin montarte en un avión, carro, barco, etc.
Logré traer a la banda a mi país, gracias a MySpace y Hotmail. También con la promoción que les hice al llamar a diferentes radios del país. Me encantaría decir que las dos veces que la banda estuvo en mi nación, pues, fui a verlos, pero no. Es triste, pero no pasó. Perdí tontamente la primera y única oportunidad que tuve. No voy a entrar en detalles. Sin embargo, me alegro de haber tenido esa increíble experiencia, gracias al Internet.

Como esa anécdota tengo varias. A lo largo de mi adolescencia y de mi actual etapa de adulto. He vivido increíbles experiencias con la tecnología. He conocido gente maravillosa. Gracias a sitios web, como Youtube; he aprendido a nivel educativo muchísimas cosas.
Uno de mis grandes logros con la tecnología fue obtener mi primer celular. Me lo compré yo. Un celular inteligente. No fue mi primer celular en mi vida. El primero lo obtuve a los 15 años de edad; fue un regalo. Son dos situaciones diferentes, y ambas son especiales.

Ya les narré sobre: amistad, regalos, logros, entretenimiento, e incluso educación. Porque no solo he aprendido cosas al azar por Internet, también hice cursos pagos; obligada por la pandemia. Tuve la fortuna de tomar dos cursos vía Internet. Y ahora, hablemos de amor. Las cartas se convierten en mensajes de textos virtuales. No serán en papel, pero te roban sonrisas.
Cuando estás lejos de la persona amada. Con esta era tecnológica, el poder recibir un mensaje de texto acompañado de una foto, video, e incluso una nota de voz de la persona amada. Para mí es magia, es mágico.

Las memorias, ahora se reproducen en pequeñas o grandes pantallas. Con la pandemia la vida cambió e hizo que millones de personas tuvieran que alejarse de sus seres queridos. La tecnología nos une.
Entonces, para mí es una magnífica oportunidad. Estoy muy agradecida. Cuido mis artefactos tecnológicos, los cuales se dañan, y requieren de atención. Duele desecharlos cuando no tienes poder adquisitivo, pero aunque lo tengas, si sabes valorar las cosas, por más que sean materiales, eso dice mucho de ti.

Lo sé, disculpen si me desvié un poco. Quiero trasmitirles que como seres humanos, no debemos olvidar por más virtual que se haya convertido nuestra existencia en el planeta tierra; por favor, no perdamos la decisión de obrar bien. No botes un artefacto tecnológico, solo porque ya es un modelo viejo, o porque te aburriste y quieres uno nuevo. Véndelo, dónalo, regálalo. Hay personas que se graban rompiéndolos. Hay que tener conciencia. No solo se trata de reciclar cuando te deshaces de algo.
Me encantaría decir que en mi casa se recicla, no. La verdad no. Aunque se haga, todo va a un gran camión de basura donde se mezcla. Lo que si pongo en práctica es darle un buen uso a todo, no solo a lo tecnológico. No soy perfecta, todavía me falta mejorar en muchos otros aspectos, en colaboración con el planeta tierra. Cuidarlo.

En diciembre del año pasado. Mi familia y yo, nos pusimos a limpiar los armarios. Encontramos cosas, como: juegos de mesas, ropa vieja sin uso. Lavamos la ropa. Lo que no tenía reparo, lo usamos como trapo para limpiar muebles y pisos. Los juegos de mesas. Los que no usábamos, le quitamos el polvo y lo donamos a niños que no tenían regalos para navidad. La ropa vieja y en buen estado, después de lavarla, la donamos. Y los artefactos tecnológicos. Bueno, mi sencillo celular, el cual compré para casos de emergencia, pues le he dado ese uso por dos años. No solo lo he usado yo, sino también, mi papá, mi padrastro, mi hermano menor, una prima, etc.
Entonces, no solo se puede sacar provecho de juegos de mesas, ropa, libros, sino también de la tecnología. Es impresionante como los CD Y DVDs, se han vuelto obsoletos, y sin embargo, los que se rayan o rompen con el tiempo. Las personas crean increíbles obras de artes; por ejemplo: decorar un armario con CD Y DVDs. Es hermoso y original. Reciclemos, donemos, contribuye con el mundo.