El paciente crítico

¿Piensas que te hago bien? No me hagas reír. Eres muy iluso. Estás ahí; tumbado, sin poder moverte, y nadie se digna ni a saludarte. En parte es gracias a mi, diría que me siento culpable, pero no soy como para padecer.

Apenas necesitan tocarte para saber tus pulsaciones, tus respiraciones por minuto, tu saturación de oxígeno. Sé que te asusta sentir como pasan la medicación por la vía 16G que tienes en el brazo izquierdo, y sé que tu enfermera favorita ha dejado de trabajar aquí. Los contratos pool, la deshumanización de los cuidados, la frialdad con la que se trata al ser humano que siente pero no puede expresar.

Ni si quiera vienen a verte. ¿Ves esa cámara? Yo les muestro lo que quieren saber de ti. Estás estable Laurie, pero dependes de mi, por ahora.

Es gracioso que sigas respirando, ah cierto, que no eres tú, es esa máquina la que lo hace por ti. Se que te molesta el tubo, pero parece que estamos acabando contigo.

A veces pienso que no estaría mal poder transmitir sentimientos, quizás algún día lleguemos a ello. Mientras tanto serás uno más de los millones que lloran y sufren en la sedación profunda de la UCI.

Suerte, y no dependas mucho de mi. Respira.