Hay un pueblo pesquero llamado Foz y su jefe Hojaverde.

Sus mujeres morenas. Los hombres altos.   Cada vez había más viejos.

 Cerca, había un pueblo llamado Anar y su jefe  Majuí, sus costumbres eran parecidas. 

Hoja Verde llegó a un acuerdo con Majuí  siguiendo las costumbres de los Anar  y mezclaron sus gentes.

Pasaron los años ,  y aparecieron hombres y mujeres fuertes.
 Un día  el volcán arrasó el poblado y el mar se lo tragó.

Los habitantes de Foz fueron al pueblo de Majuí.

Ambas tribus se acostumbraron a vivir juntas. Hubo un niño que nació blanco.

Esto era una deshonra para la madre. 

El jefe Majuí junto con Hojaverde, decidieron esperar un tiempo para ver si el niño cambiase de color.

 La madre, una noche lo llevó al territorio de los animales feroces.

 Ella al día siguiente dijo,  que una mala bestia se había llevado al niño.

 Uno de los jóvenes que se encargaba de la pesca, se dirigió a la playa.

Entonces se dio cuenta, de que una forma de animal se acercaba muy rápido.

 Cogió su canoa y se adentró en el mar.

De pronto se vio debajo de ella, enredado con una red y un remo pequeño.

 Casi sin oxígeno y una visión nublosa, vio al animal que con su boca rompía la red, y le salvó.

Cuando el joven estaba tirado sobre la arena, vio un hombre blanco.

 El gran pájaro del cielo bajó a la playa y se llevó al chico  y su bestia.

Esa misma noche el gran pájaro hizo salir a la superficie del mar, el pueblo de Foz.

Del gran pájaro bajo el chico blanco, y le dejaron como protector de las Islas. Ellos ya no volverían. 

El niño Sol había vuelto. Su madre lo quiso y en las Islas empezaron haber niños blancos.

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