La protección ( contado por la bisnieta)

La protección ( contado por la bisnieta)

Anca Mirta

26/05/2021

Mi bisabuela materna era la única hija nacida en la argentina en el año 1892, el resto venia de la ciudad de Cosenza, Italia.

Cuando era pequeña y tenía miedo me contaba el siguiente cuento:

Año 1908, Parque Patricios barrio de la Ciudad de Buenos Aires sus calles tuvieron su primer asfalto de adoquines. El trabajo de colocarlos uno a uno lo realizaban durante largas y frías noches los presos a quienes llevaban con sus trajes de rayas y con pesadas cadenas en sus pies. Estos trabajos duraban varios meses y hasta años.

En una de esas cuadras vivía una joven muy hermosa que todas las madrugadas salía hacia su trabajo. Diariamente su rutina era la misma, cuatro de la mañana abría la puerta de su casa y comenzaba a caminar hacia la parada del tranvía. La caminata se prolongaba dos cuadras por la calle Luca y al llegar a la Av. Caseros se detenía a la espera del transporte.

Un día muy frio de invierno, la joven se levantó y comenzó la rutina. Ese día, al salir a la calle notó movimientos extraños en las dos esquinas. Por un momento el miedo la paralizó, pero luego comenzó a caminar. Cuando llegó a la mitad de cuadra vio a dos hombres acercarse. Al querer volver hacia su casa otros dos la acorralaron. Cuando los cuatro estaban rodeándola ella tomó el escapulario que rodeaba su cuello y dijo en vos alta: -«los siete estados del purgatorio!» y en ese momento aparecieron siete caballos con sus jinetes. Al verlos los individuos salieron corriendo y la joven se salvó.

Por eso la bisabuela decía que cuando estuviéramos pasando por un momentos de miedo ò zozobra nos encomendemos a los siete estados del purgatorio porque ellos son seres superiores que siempre nos protegerán.

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