Trás aquel día, cerro los ojos para recuperar el sueño que la noche anterior no pudo conciliar y un cansancio acumulado pudo con él
Se abandonó a la siesta,dejando volar la imaginación hasta su cama.De repente la puerta de su cuarto se abrió y en la penumbra de su dormitorio ,sólo iluminado por la luna…apareció ella.
Su corazón empezó a latir con fuerza,se levantó,la abrazó con alegría y se apretó contra su cuerpo.
La besaba en los labios…le lamía la lengua,quería quitarle el aire.Se colocó detrás de ella y empezó a desabrochar uno a uno los botones que sujetaban el camisón ,posando los labios de una forma suave sobre los hombros desnudos.
Al acercar la nariz al pelo ,le inundó un aroma de lavanda y romero…quitó con esmero las horquillas que sujetaban su cabello,dejando que, cómo una cascada, cayeran sobre la espalda desnuda.
En ella la intensidad de su respiración aumentaba tan rápida cómo el deseo de zambullirse entre las sábanas con él.
De repente escuchó:
«TREN CON DESTINO A MADRID TIENE PREVISTA SU ENTRADA POR EL ANDEN NÚMERO 8»
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