Por tus enseñanzas, Paco.

El tren, ese medio que te transporta y a su vez, te que permite disfrutar de cada estación, de cada parada, de cada paisaje.

Hemos coincidido en una estación, mi tren ha hecho una parada pero sé el andén donde me espera, él perdió su tren, desea que vuelva a pasar y espera en el mismo andén porque quiere recuperarlo. Nos encontramos, no lo he buscado ni me ha venido a buscar. En común, los dos intentamos ayudar a sanar el cuerpo y la mente de los demás, pero nosotros también necesitamos ayuda para sanar nuestras almas. Él esta cautivado por su ex mujer, vive el presente con los anhelos del pasado, yo amo a mi marido, vivo la rutina del presente esperando más. Hablamos. Me alivia. Lo escucho, me emociono, me seduce…y olvido el tren. Él dice, no puedo, yo digo, no quiero. El tiempo de mi parada ha finalizado, desde el andén la lluvia de nuestros ojos cubre el paisaje, me subo a mi tren para continuar el rumbo, él continúa ilusionado a la espera de su tren perdido. Ambos deseamos llegar a nuestro destino, que está al lado de una estación de tren.

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