<<Las neuronas deciden diez segundos antes de que nosotros tomemos una decisión que nos parece nueva y consciente>> Eduardo Punset @epunset
Recogió deprisa. Solo pensaba en escapar de allí. Faltaban cinco minutos para las 19h. Quizá Héctor siguiese esperándolo en la estación del tren. Cuando se acercó a la puerta, vio el manojo de llaves de Clara y tuvo ganas de vomitar como si tirasen de su alma hacia abajo y luego le pateasen la boca del estómago. Era tarde para echarse atrás. Dudo unos instantes. Pero después de lo de Clara, sentía la necesidad de experimentar. De vivir. De empezar de nuevo. Así que contuvo el aliento y cerró la puerta.
(1 DÍA ANTES)
La policía llamo de madrugada y cuando llegaron al hospital ya había fallecido. Les dijeron que un borracho se había saltado un stop. Clara solo tenía 17 años. Murió. Y con ella, lo poco o nada que hubo con su mujer había muerto también… junto con años de reproches soterrados entre la pareja, indolencia y numerosas infidelidades. Pero todo había sido enterrado definitivamente hoy.
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Eran las 19:11h cuando llego a la estación . Héctor le sonrió desde el anden:
– Sabía que vendrías.
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