Mi amigo Jesús, es un orfebre que vive en el sur de la ciudad. Tiene un pequeño taller de joyería en el garaje de su casa que es dónde ejerce su oficio.
Un día lo fuí a visitar a su taller y Jesús estaba en plena faena. Fundía un pedacito de oro en un crisol, con su pie derecho pedaleaba un viejo fuelle conectado a un pequeño tanque que fue hecho con una carcasa de un motor de nevera en desuso, recipiente que llenaba de gasolina a través de un orificio que tenía un tapón con rosca, para luego usar los gases que emanaban de este combustible, los cuales eran conducidos a una manguera que tenía conectada para que los gases salieran por la boquilla del soplete que le había adaptado, el cual funcionaba cuando peladeaba el fuelle y encendía con una cerilla de fósforo los gases que salían por la boquilla. Y con el fuego fundió el oro hasta que el metal alcanzó estado líquido. Lo dejó endurecer unos segundos y aún estando al rojo vivo lo tomó con una tenaza y lo echo en una taza de cerámica toda desportillada y agrietada con fisuras amarillentas por la vejez. Está contenía agua con ácido sulfúrico para que se desoxidara el metal, el oro al estar expuesto al fuego formó óxido, fenómeno que es natural cuando los metales son expuestos al fuego.
Tomo del agua ácida la bolita de oro que se formó al fundirse el metal, la enjuagó con agua y seco con sus propias manos, por la insignificante cantidad de agua que la mojaba, la coloco en una máquina laminadora manual y dándole vueltas a la manivela que lo hacía funcionar, paso varias veces por el rodillo del laminador la bolita de oro, hasta convertirla en una delgada lamina que usó para elaborar unos anillos de boda.
Mientras hacía su labor, se lamentaba de su situación económica, decía: Antes tenía una casa grande y mi taller de joyería en un local comercial, y contaba con algunos colaboradores.
Pero la situación económica del país y la violencia de estos tiempos no permiten a la gente darse los lujos de antes. Ahora estoy en este triste garaje y una casa pequeña. Ya el pueblo se empobreció.
Siento miedo por el futuro de mis hijos. El problema climático obligara a cambios en los sistemas sociales. Se escucha que ya se están dando pasos hacia un nuevo orden mundial. Dicen que muchas fuentes de trabajo se cerrarán debido a que entrara a funcionar la inteligencia artificial, todas las cosas serán hechas por máquinas, y el ser humano no será imprescindible. Una pequeña elite impondrá un comunismo afianzando su filosofía en el problema climático.
Ya están implementando fórmulas para la reducción de la población humana. Entre menos gente haya, también menos contaminación habrá, ese es el pensamiento de ellos. Quieren salvarse de las consecuencias que traerá el calentamiento global, sacrificando a la humanidad.
El pueblo está dormido, no se da cuenta para donde lo están llevando. Pero tenemos que estar prevenido. Si esa elite quiere implantar un nuevo orden mundial usando el comunismo para someter a la humanidad. Es indispensable neutralizar sus aspiraciones con argumentos sólidos que refuten su manera de pensar. El dinero y la riqueza material que poseen es lo que les constituye su poder. Entonces quitemos de la vida socioeconómica el dinero y la propiedad individual. Eso nos llevará a que todos seamos iguales, impidiéndole a esta élite no se siga aprovechando de la humanidad. El dinero solo ha sido un instrumento de sometimiento, todas las cosas que tenemos han sido construidas o fabricadas utilizando los recursos naturales. Nosotros podemos aprovechar los recursos naturales en beneficio de todos, para que alcancemos una vida digna. Tenemos que organizarnos porque corremos peligro. Si cada uno de nosotros trabajamos para el bienestar de los demás, la totalidad de la sociedad trabajará también para cada uno de nosotros. Así la humanidad se perfeccionara y vendrá la justicia. Y cómo todos queremos lo mejor para vivir, trabajaremos para hacerlo una realidad. De manera austera trataremos los recursos naturales, para que el clima regrese a su estado normal.
El efecto de no existir dinero ni propiedad individual, nos llevará a que en la vida social desaparezcan los corruptos, los ladrones, las prostitutas, los mendigos, el hambre, envidias, violencia, etc.. En fin la gran mayoría de males que hoy nos aquejan. Porque el dinero es la raíz de todos los males.
Así exponía Jesús sus ideas, mientras se lamentaba de su presente y futuro porvenir.
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