Miro el reloj, las 6 AM…

Me dispongo a
despertar de mi añorado descanso intermitente, pero este no lo es ni
lo será, mi causa es tener que disponer de mi tiempo con media hora
de antelación para ir al centro local de tecnología de la red de
funcionamiento de la ciudad. No dispongo de tiempo, durante esa media
hora.

Miro el reloj, las 6
AM…

Otro día más, para
mi función en la sociedad útil en la cual vivo, media hora y en la
vuelta, después del mantenimiento y conexión del centro de
abastecimiento tecnológico de mi ciudad, Nueva Rávena, tras mi
trabajo salarial de media hora, voy a disponerme a dormir.

Miro el reloj, las 6
AM…

Hoy, me dispongo a
trabajar, me he retado a mi mismo despertar antes después de un
descanso. Mis horas no terminan con ese despertar, ya que tengo que
redactar los códigos telómeros de los McWin. Los McWin se han
convertido en los trabajadores a la antigua usanza, ellos son
ciborgs, son resistencia pura, y se conforman con tener su fuente de
telómeros programada para mantener activo su físico con centro de
almacenamiento eléctrico en su cerebro. Los humanos sin embargo
seguimos trabajando, en mi caso en mi media jornada de treinta
minutos a cambio de un sueldo que da para vivir de manera aceptable,
duermo, como, me visto y tengo mi buena videoteca de estudio para mi
deleite, la cual disfruto cada día antes y después de la
hibernación por la radiación solar. En esta época del siglo XXII
que no me quiero ni acordar del año que estamos, ya que cumplo
treinta y tres años muy pronto, demasiado pronto para la vida tan
rápida que se me ha pasado, durmiendo quince horas diarias, comiendo
otras dos, y teniendo libres 4 horas para mi deleite.

Miro el reloj, las 6
AM

Hoy es jueves me
quito el conector de hibernación y me voy muy alegre y enérgico al
trabajo, ayer salude a una compañera, y hablamos el minuto que me
queda libre en la programación de los últimos diez minutos de
programación de los códigos telómeros de los ciborgs. Ella es
interprete y lingüista, programadora de la sala de mantenimiento de
función de comunicación de los McWin. Yo, me dedico a la
electrónica biológica e igualmente me encargo de una función
importante de la ciudad ajeno al horario de mantenimiento de ciborgs
que me asignan al final de mi jornada.

Miro el reloj ¿son
las 6 AM?

He tenido un sueño,
hace tiempo que no soy conscientes de ese fenómeno, los sueños, lo
medio olvide al quitarme el conector de la nuca. En él aparecía el
Sol y no me hacía daño y no hacía falta hibernación, fue
conmovedor contemplar esa posibilidad remota en una visión onírica.
Se lo quería contar a Nina, pero que iba a pensar ella… de mi,
diría en su interior: “Oscar es poco realista”…

Y más con un minuto
el cual es el que tengo para conversar con ella.

Gabi, observa a su
empleado, ella es la dueña y CEO de la corporación McDown, cuyo
acuerdo con el gobierno vigente desde hace una década le hace no
poder interactuar con la clase empleada de mantenimiento.
Encontrándose en su apartamento y sala de pilotaje de vigilancia de
la central, en ese momento se le viene a la cabeza que ya empieza a
hacer buena temperatura y no vendría bien salir con su familia al
parque de la azotea del edificio a tomar Sol y comer uvas por las
tardes, antes del descanso nocturno, ya que vendrá bien, porque la
siguiente mañana de viernes, puede que descanse menos de las ocho
horas recomendadas para la salud física, palabras de su médico
personal.

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