EL BANCO – LA ESTAFA

EL BANCO – LA ESTAFA

Emanuela

06/07/2022

LA ESTAFA

Trabaje 25 años en un banco de gran prestigio en mi país, comencé como cajera y poco a poco fui ascendiendo pasando por cargos de auxiliar contable, asesor comercial, analista de cartera, analista de crédito hasta ser nombrada Coordinadora de Banca Empresarial. No fue fácil, para lograrlo tenía que haber participado en un concurso y haber logrado mi título de administradora de empresas, fue un cargo de mucha responsabilidad pues debía realizar transacciones bancarias de enormes cantidades de dinero, porque los clientes que yo atendía ya no eran personas naturales, sino empresas grandes y entidades del gobierno.

Debía vincularlos al banco, y seguir sus operaciones día a día. El estrés que manejaba era casi intolerable, desde que me sentaba en mi escritorio comenzaba a sonar el teléfono y además tenía un cliente al frente radicando cartas de autorización de traslados de grandes sumas. En ese tiempo los clientes aún no manejaban su terminal empresarial, el banco era quien hacía los traslados.

Un día común y corriente llegó un mensajero de un cliente que era una entidad financiera radicó una carta ordenando trasladar $45,000,000 que en esa época era considerada una gran suma de dinero, pase la carta al revisor, confirme telefónicamente y realice los traslados. A la mañana siguiente llamó el cliente y me pregunto a qué correspondía ese débito por ese valor a su cuenta, y yo le respondí, que de acuerdo a su carta de instrucciones se había hecho todos los traslados y cual sorpresa el cliente me dice que ellos en ningún momento ordenaron esas transferencias, y efectivamente cuando verificamos las cuentas destino se habían llevado todo el dinero con documentos falsos en aperturas de cuentas ficticias.

Se me enfrió todo mi cuerpo yo temblaba de miedo a que me culparan de los hechos, llegaron de inmediato los revisores del banco y comenzaron a hacerme preguntas, yo rompí en llanto pues llevaba trabajando más de 20 años fiel y leal a la entidad, pensé por un momento que me iban a detener, me sometieron a una diligencia de descargos, y logre demostrar que yo había cumplido con todos los requisitos por otra parte los análisis de las firmas y los sellos concluyeron que era muy difícil detectar la falsedad del documento puesto que era una imitación perfecta, finalmente, la compañía aseguradora del banco le reembolso el dinero y quede libre de sanciones.

Esta fue una experiencia traumática y dura después de dedicar tantos años de trabajo a un banco.

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