Tríada Laboral : Cinismo, Sarcasmo e Ironía

Nos pasamos ocho horas en un ambiente turbio, encrudecido, con «falsas sonrisas blancas relucientes»,  donde muchas veces el trabajo escasea, prácticamente has de crear algo para pasar las horas, y que no te vendan al mejor postor, quejándose de que no haces nada… Ése «falso buen rollo, de somos todos un equipo, remamos a una,  eslóganes que están claros quién manda en la manada» que a la mínima te la clavan por la espalda, y ya no tras ella, si no en tu misma cara, sin ningún tipo de pudor, con la tríada nombrada, como una daga… porque ya no queda nada por vender, realmente en un lugar donde no te apetece ni estar, pero por tener algo para cobrar a fin de mes…

Durante esas horas, cuyo divertimento que queda es el deporte favorito, el fino hilo de juego en la tríada dialéctica : sarcasmo, ironía, y cinismo, ya si te saltas esas reglas la hemos jodido, estás más que vendido. Lo digo, porque me ha pasado en carnes, tanto con acoso personal directo, con ya denuncia previa, como actualmente siendo una mera becaria, aguantando lenguas afiladas, viperinas, por no querer entrar al trapo el segundo día. La historia empieza así: cuando la de recepción dolida porque una compañera, tras ella haberse metido previamente, porque siempre es cosa de dos, le dijo «loca» y esta misma se defendió diciéndole «portera», cosa que lo es, ya que se dedica a ponerles mote a toda la empresa, hasta que la cosa explotó. Esos motes, son siempre es por una descalificación personal, en vez de mirarse la mierda que tiene por dentro, pero bueno si hubiera faena… cosa que tampoco hay… otro gallo cantaría.. esto es como un patio de colegio, treinta y seis personas, intentando encajar en un «falso ambiente», pero se volverá a repetir en cualquier lado que vuelvas a entrar, ya no es fortaleza mental, es la estupidez humana, que luego dicen que hay precariedad laboral, y falta de productividad, da igual sea en empresas familiares como en empresas grandes siempre habrá algún resquicio para encontrar esa jugada perfecta para algunos, esa tríada.

Es como un hilo rojo, muy fino, muy fino, que si lo estiras, se termina por romper, si eres débil, te cazan van a por ti, son como lobos, como depredadores con ganas, con sed de venganza, es como si lo olieran, como si se respirara en el ambiente y se pudiera cortar con cuchillos. Si explicas la situación, o haces una radiografía de la empresa, eres tú porque tienes fantasmas en la cabeza, ves cosas que no son y se le da la vuelta, por decir la verdad, está mal vista a nivel laboral, hay que jugar en ese juego tan fino, que los que juegan dicen que es de ser «inteligentes», para mí, son unos «sociópatas laborales», o si queréis llamarlo mejor «vampiros tóxicos», me da lo mismo, sigue siendo «estupidez humana», en la que al final dicen que hay estrés laboral, depresión y mil enfermedades mentales creadas más, que es lo que son al fin y al cabo por no atajar el problema antes.

El mundo laboral es tan jodido, que por eso el ser humano es destructivo, es una cárcel en sí tanto psicológica que física, se juega por partida doble, cosa que en la escuela no te enseñan este tipo de cosas, son aprendizajes de la vida, cada día una hostia por lenguas viperinas, sibilinas, es como una purga social, el circo romano pero en pleno siglo veintiuno, micro gran hermano donde todos se vigilan para no caer… Me hace gracia cuando dicen eso de «Perfil Bajo», pero cuando luego quieres promocionar, tienes que hacer «Perfil Alto», aún así tanto en «bajo como en alto» las miradas, las puñaladas, los dimes y diretes, esa gran frase :»enseña dientes que verán», están servidos y si es en plato bien frío, con ejercicio mental mejor, hasta el último suspiro.

 ¡ Ah ! cómo se te ocurra salir, de ese «sistema jerárquico viperino establecido»…  ya estás muerto en la anarquía laboral, (en un fino limbo con la soledad que conlleva hasta que encuentres algo más) , eres un apestado social, pero señoras y señores, esta es la cruda realidad, tanto sea con trabajo precario como no, son ocho horas de competencias, con gente extraña, con sus mierdas y sus movidas, hay que vivirla y hay que sobrevivirla.

¡Suerte a todos!