Mi historia comienza con Carol

Mi historia comienza con Carol

Martina Garcia

17/06/2022

Toda persona comienza con trabajos ‘simples’ y ‘fáciles’ a la vista de muchas personas pero, que a la vez, son trabajos que requieren mucha paciencia, comprensión y dedicación.

Siempre me ha gustado enseñar, escuchar y entender a los niños y niñas. Es por eso que desde siempre he ocupado mi tiempo dando clases a niños, tanto de primaria como de bachiller. A pesar de amar dar clases no me decanté por estudiar ninguna carrera relacionada con la enseñanza, sino que volqué toda mi trayectoria estudiantil a estudiar dos carreras enfocadas con las ciencias sociales.

Aun recuerdo mi primera vez dando clases, esa niña se llamaba Carolina, aunque ella se presentó así: «Me llamo Carolina, aunque todos mis amigos me llaman Carol, así que tu también puedes llamarme así y, por cierto, tengo 13 años» con esa presentación, ¿Quién vuelve a casa con una decepción? Pasé con ella cinco cursos suyos; la vi crecer, madurar, evolucionar, llorar, aprobar y suspender y sobretodo, conseguí amarla como si fuera mi propia hermana. Sentía la necesidad de quererla hasta más no poder.

Empecé a darle clases a Carol teniendo yo quince años, nos sacábamos solamente dos años. Compaginaba sus estudios, dar clases a más niños, y además, mis propios estudios. Ella me invitó a su graduación de la ESO y bachillerato y me llamó cuando descubrió que quería estudiar el doble grado de ADE y Derecho, me sentí muy emocionada y a la vez, orgullosa.

Tres horas a la semana durante cinco años dan para mucho, ¿No creéis? Durante todos estos años le he dado clases de matemáticas, economía, biología, química e inglés. No todo ha sido fácil, claramente, ha habido semanas muy duras donde las dos nos enfadábamos y luego, nos desenfadábamos.

Y es que ella se ha convertido en mi primera ‘alumna’, a pesar de haber estado dando clases a más niños, ella es la única a la que sigo recordando habiendo pasado ya años y con la cual aun sigo teniendo comunicación. 

Gracias a mis ganas de seguir enseñando se ha despertado mi tercera vocación y es que, a pesar de que ya es tarde para hacer una tercera carrera dedicada a la educación, estoy intentando enfocar mi futuro hacia la educación. Amo ver como las personas entienden mis explicaciones, aprueban y sobretodo, lo feliz que son cuando entienden un problema, un cálculo matemático o una fórmula.

Carol, esto va por ti. Te quiero, ya lo sabes.

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