Deprimente. En la maleta llevo pinturas, mi traje, también el veneno.
Llego a la puerta que corresponde con la dirección, que llevo anotada en la mano con labial rojo.
Doy algunos golpes en la puerta, al abrirse esta, desciendo por el lugar. Estoy en un cuarto de cemento, el cual es atravesado por una línea roja, en un rincón un mueble blanco con espejo, en el están mis cosas, en el está mi reflejo, observándome mientras nos dibujamos la sonrisa; él me mira, con la misma ironía que trasformó nuestra vida, en la de un payaso. Salgo con el maletín en la mano, en el llevo una peineta, las pinturas, y mi traje de hombre. El cabello alborotado, un buzo de hilo azul con parches rojos, que alguna vez me regalo una mujer a la cual bese; pantalón oscuro, botas militares de colores, y la cara pintada con la sonrisa siniestra de un payaso deprimido, de un payaso suicida.
Después de mi primer intento de suicidio, el siquiatra me recomendó que buscase algo que me hiciese sonreír, diciendo que por supuesto no sea matarse. Sus palabras las recuerdo tomando tinto en la tristeza de una mesa vacía, con el pocillo en las manos; Observando la figura trasparente de la mujer que nunca existió, permanezco horas con el pocillo ya sin líquido, solo puntos de café en el, los que busco leer ¿que pudiesen decir? ¡Dicen que estoy vivo! ¿Eso dicen? Todos los días entro en la habitación con el rostro pintado de blanco, busco la nariz, salgo con ella en la mano, me paro frente al espejo, ahora con la nariz roja, esperando decirme algo yo mismo; Pero nada, solo un rostro casi desaparecido frente al espejo encuentro. Veo mis ojos, y en ellos el pasado, es como si la tele estuviese prendida, y en mis pupilas las noticias de todos los yo que he asesinado, tras el paso de los días. Después de maquillarme no soy yo, soy ironía, soy un payaso suicida.Las ventanas estaban abiertas, me Salí por ellas, de repente me encontré habitando, este mundo paralelo en el que no me siento, no me encuentro, y aunque todos me estuviesen viendo, nadie sabría lo que en verdad estoy sintiendo, lo que llevo por dentro, lo que me pudiese estar matando o atormentando, la felicidad o la nostalgia, que en mi mente estuviese rondando. De este pensamiento descuadrado, destartalado, desafinado, de mí persona un declarado no humano, he hecho un trabajo, hacer reír; y por ello no me he matado, y hoy en algún lado parado estoy, hablando, tratando de imitar y aparentar, la felicidad que sin la cara pintada no sabría cómo encontrar.
Analizando mi realidad muchas vidas parecidas a la mía, yo he encontrado, pues muchas flores marchitas por donde he pasado, por donde le destino me ha llevado, he encontrado muchos árboles deshojados, y a muchos les he visto mascaras como las que yo llevo en la mano, camino al escenario de esta fantasía, llamada vida en donde mi utopía es una distopia, Personas que piensan que respirar es igual a vivir, por ello me siento cansado, llevo los oídos tapados, he ignoro lo que de mi puedan pensar o inventar, no me importa. Yo por la ventana me Salí, a los payasos me uní, y en este universo paralelo en el que me encuentro, las palabras por mi mente están volando, como burbujas de jabón que un niño está soplando. Yo a mí mismo me estoy escuchando, asesinando, rearmando, psicoanalizando, para ver si me desenredo, separo mi reflejo, he encuentro mi Yo primero, el honesto, el sincero; entre la larga fila de «Yos»que en los espejos han ido observando lo que aquí está pasando. Soy una reducción de lo que quiero ser, de lo que pienso poder ser, de quien deseo actuar. Tengo instantes grabados, dolores presentes, de esos días ya olvidados. Una imagen desfigurada de la realidad, pues el cielo y el infierno en ella me he hallado.
Escribo en la libreta lo que puedo ir pensando; mientras me voy desmaquillando, mientras mi traje de hombre de nuevo me estoy colocando, cuando por las calles caminando voy, mientras almorzando estoy. Cagando en el inodoro, en los cuadros de papel higiénico, escribo poemas, con ellos me limpio el culo, se los regalo a la cisterna, se los dedico a la mierda. Escribo sin la intención de ser leído, en mis letras me estoy saliendo, como un mata tiempo las empecé a ir cogiendo, en ellas me estoy perdiendo: eso fue otra de las cosas que fui aprendiendo, cuando por la ventana me salí; A acabar los segundos, convertirlos en minutos, estos en horas, así ir envejeciendo siendo un asesino, el mata tiempo, que va asesinando todo lo que pueda estar pasando. Varios calendarios Ya he matado, hoy me pesan más algunos años malvividos, de los cuales deje de lamentarme, para poderlos interpretar, para nutrirme de ellos, y poder seguir hablando, divagando, escupiendo letras para con ellas ir creando una pared, para cuando en mi mundo de payaso no este habitando, siga habiendo algo que nos está separando, y pueda seguir actuando, mientras cerca de los humanos voy caminando, siendo uno más, de los muchos que de alguna u otra manera los están controlando, aunque ya les dije, que en mi libreta otra realidad estoy creando, para de mundo basura ir escapando, y cuando la nariz me coloque burlarme de los que se están riendo, la ironía es: que a pesar de que yo sea el bufón de la nariz roja, ellos son los payasos de los cuales yo me estoy burlando, con su propia estupidez en mí los entretengo, y yo más tiempo en este mundo con ello obtengo, del psiquiatra y del cementerio me alejo, continuo trabajando.
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