Sus ojos empezaban a cerrarse y todavía le quedaba un largo camino, empezó a echarse un poco de agua para espabilar, nada de eso solía servirle pero al menos pasaban minutos valiosos para evitar esa parada que haría que llegara tarde, la noche era fría y después de cada curva encontraba otra sombra más a la que esquivar, había luna llena y eso le hacía estar un poco más absorto en sus pensamientos, se cuestionaba constantemente si todo eso merecía la pena hasta que se daba cuenta que lo hacía por tener a dos pequeñas de 5 y 3 años que esperaban en casa con su inocente cara a su «papá».

Pasaba largas temporadas fuera y era la última noche antes de volver a ver a sus dos ángeles, esbozo una sonrisa y justo después bostezó como era habitual cuando conducía tantas horas seguidas. Una llamada alteró su comodidad,era una entrega más, le cogía de camino pero decidió coger un pequeño atajo, una carretera prácticamente fantasma pero ahorraría bastante tiempo y de noche nadie le estorbaría por aquella serpiente gris y repleta de árboles. Torció el gesto porque esos pequeños cambios nunca le gustaban, pero no le supondría mucho tiempo y asi llegaria para levantar a sus hijas y llevarlas al colegio que hace más de dos meses que no lo hacía, su expresión se iba cambiando según pasaban los kilómetros recordando esos días que podía pasar con sus niñas las cuales adoraba y eran su único motivo para seguir trabajando tan duro, los responsables de su cuidado eran sus abuelos, ya que su madre falleció en el parto, perdió mucha sangre y después de varios días en la UVI no tuvo la suficiente fuerza para seguir adelante. No hubo ni un dia en los últimos tres años que no se echara a llorar pensando en su mujer,llevaban más de 20 años juntos y fueron su único amor y desde entonces no fue capaz de estar con otra mujer, solo tenía ganas de pasar tiempo con sus recuerdos y enseñar a sus hijas quien fue su madre.

Quedaban escasos minutos para llegar al sitio y todo empezó a ponerse a su favor, así que tardaria un poco menos de lo que había pensado. Otra llamada, como era habitual su madre para preguntar como iba todo y decirle lo mucho que le echaban de menos ella y sus niñas que aún estaban dormidas, sonrió y la colgó rápido porque había llegado a su destino y tenia que descargar. Terminó rapido y a los 20 minutos de salir de alli otra llamada, su madre cogió el telefono y despues de escuchar a su interlocutor , el auricular se le cayo de las manos, se quedo tirada de rodillas en el suelo y un mar de lagrimas empezo a recorrer sus mejillas, sus nietas sobresaltadas fueron deprisa a verla y la abrazaron .

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS