Franquear en destino

Realmente nunca supe vuestros nombres.

Solamente sé dónde dijisteis que vivíais.

Los nombres reales no llevan @.

En Twitter no hay código postal.

Valladolid, 13 de abril

Hace treinta años echaría esto al buzón hoy mismo para que os llegara justo antes del día 20 y así tuviera más gracia la referencia a la canción de los Celtas Cortos.

Para eso necesitaría vuestras direcciones, pero no las tengo, así que esto no os llegará y de ese modo nos dejaremos mutuamente atrás en el camino.

Cierto es que tampoco se pierde tanto, porque ni siquiera he llegado a conocer vuestros nombres y todo lo que hemos compartido ha sido en la lejana frialdad de una pantalla.

En realidad, sí que siento que se pierde algo, porque si no no estaría escribiendo esta postal que nunca vais a recibir.

Supongo que es una forma de daros las gracias por lo que hemos compartido, sea lo que haya sido.

También puede ser una forma de pediros perdón por no haber sabido conservar el vínculo con vosotros.

Qué ironía, perder vínculos en un tiempo en el que nos rodean los enlaces. Qué desperdicio de frase ahora que ya no tengo Twitter.

@chato39214