No es un hasta nunca.

Me voy…

Y no es porque no los quiera, al contrario me marcho en busca de algo mejor para todos nosotros; desde muy chiquita he sentido la necesidad de cuidarlos y protegerlos, no sé si sea por la forma de crianza que viene de generación en generación o por el simple hecho de no soportar ver a alguien mal. Pero siento ésto y es algo horrible no poder hacer mucho al respecto. 

Sé que mi éxito aún se encuentra lejos pero que mis esfuerzos van a dar cosechas y de esos frutos vamos a vivir bien, como se lo merecen.

Hoy no soy ni un cuarto de veterinaria, ni de competidora profesional, puede que no lo sea mañana o en los siguientes meses, pero una cosas si es cierta LO VOY A SER lo prometo y si lucho a diario es por ustedes.

Esta postal la quiero terminar con un hasta luego, hasta que cumpla todo lo escrito en este verso.