Han pasado tres meses desde que te fuiste y mi corazón aún sangra como si fuera ayer que nos dijimos hasta pronto.

A penas mis lágrimas se secan sobre mi mejilla, a penas puedo creer que te fuiste tan lejos de mí; pero lo entiendo, era tu deber.

Enviaré una postal cada mes, como te lo prometí, para que espere por ti en cada puerto al que llegues, y sepas que a pesar de la distancia, aquí estaré esperando por ti, a mil kilómetros de distancia.

Sé que fue corto nuestro encuentro, pero lo suficiente para tener la certeza, que eres el amor de mi vida.

Cada postal llevará en cada palabra, impregnado este amor y cada postal me hará resistir y aguantar tanta espera, haciendo llevadera esta soledad y lo mucho que te hecho de menos.

Sé que serán tres años, pero no podrán ni el tiempo ni la distancia, acabar con este sentimiento tan profundo, sincero y puro, que lograste despertar en mi.

Hasta el próximo puerto amado mío, allí estará una postal esperando por ti.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS