Necesitaba un mentor.Alguien que coordinara mis ideas y doblegara con aplicación y constancia el potro desenfrenado de mi inspiración.

Un día de otoño di con Rodolfo. Escritor, músico que a pesar de su discapacidad, me brindó en sus enseñanzas, dotes de genialidad que me asombraron.

Las eternas tardes de reflexión literaria, de ideas, conjugando el arte como contexto y la escritura como invitada especial, fueron un cometa al cielo de las letras.

Me siento con alas de papel, escritas por mi.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS