Si nos vanagloriamos de nuestra mediocre escritura es porque la consideramos un arte difícil. ¿Por qué nos cuesta tanto ser humildes frente al papel? Porque nos engaña con su simpleza: tan fácil es escribir como tocar el piano. Pero regalarle una sonrisa al lector, una lágrima a quien oye atentamente, eso es un privilegio fruto del talento y del estudio.¡Cómo olvidarse del profesor o del taller! No neguemos que hay sabiduría de la que podemos aprender. Brindo por la educación. ¡Salud!

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS