El viaje es la aventura
En el habitáculo del KIA Picanto nos sentíamos superiores al resto del mundo mientras sonaba Carolina Durante y gritábamos sus letras con euforia festivalera. Era uno de los requisitos que exigió Quique, dueño del coche, para compartir el viaje hasta Barbate. En seiscientos kilómetros o hay sintonía musical entre los viajeros o estás muerto; como...