Reencuentros con uno mismo
Lo reconocí en cuando doblé la esquina. Allí estaba él. Hacía un par de meses que no viajábamos juntos y ya, al detener mi coche a su lado, lo noté cambiado. Nos miramos y me sonrió. Pero esta vez, su sonrisa era diferente, esta vez iluminaba su rostro. ¡Cuánto tiempo!, – nos dijimos al unísono.-...