Suerte
En un largo viaje hacia el aeropuerto de Asturias, compartíamos de forma incómoda el asiento trasero una joven misteriosa, mi amigo Javiel y yo. El destino final era Gijón, con pocas opciones para llegar a nuestro hotel y enfrentando la idea de una caminata de una hora desde la estación de autobuses, conocimos a Isabel, una chica de Gijón. Tras una serie de coincidencias una noche que apuntaba a ser larga y tediosa acabo siendo muy fácil.