EL APRENDIZAJE
Previsible, así pensaba que sería mi enésimo viaje a Madrid en Blablacar, siempre los viernes por la tarde y siempre para visitar al preparador de la dichosa oposición. Durante dos horas conocía gente, cambiaba impresiones, alguna anécdota… Bien, siempre bien, por un rato salía de mi monótona vida de opositora. Aquel viernes pensaba que sería...