Sucedió en un coche
Todo empezó como un trayecto normal en BlaBlaCar: desde Alicante hacia Madrid, con dos chicos, uno madrileño y otro gallego. La conversación iba fluida, todo marchaba bien, hasta que decidimos parar en un área de servicio para estirar las piernas. Mientras yo me tomaba un café rápido, el madrileño, con cara de ilusión, me comentó:...