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Sucedió en un coche Relatos cortos en coche compartido

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Noche Cálida en Invierno 

Era una fría noche de diciembre cuando el guerrero estaba trabajando en la Barcelona nocturna, recibió un mensaje romántico de su novia que vive en Valencia. Ella le expresaba cuánto anhelaba su abrazo cálido en esas noches heladas y le pedía que tomara vacaciones para visitarla. El guerrero, también ansioso por verla, fue a hablar...

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Casi 27 

Íbamos en el coche, los mismos tres de siempre. Raúl al volante, concentrado pero con la típica sonrisa que tiene cuando se siente libre. Lucía, en el asiento de copiloto, no paraba de hablar de su nuevo novio, con esa emoción desenfrenada que siempre tiene cuando se enamora (lo cual pasa cada verano). Yo, en...

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El puente del destino. 

Jeronimo Bertoni

02/11/2024

Un viaje en Uber cambió mi percepción de la vida al encontrar, en el relato del chofer, la trama oculta del momento en que el fútbol casi perdió a uno de sus máximos ídolos.

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«Aventuras en Blablacar: El Monólogo Infinito» 

En "Aventuras en Blablacar: El Monólogo Infinito", Jesús y Alicia, dos desconocidos, comparten un viaje en coche desde Madrid a Santander. Jesús, tranquilo y amante de la paz, espera un trayecto relajado, pero Alicia, una joven habladora y llena de energía, convierte las horas de viaje en un monólogo incesante. Desde teorías absurdas sobre gaviotas hasta reflexiones sobre la comida y el Wi-Fi, Alicia no deja de hablar, mientras Jesús intenta mantener la calma y sobrevivir al bombardeo verbal. Al llegar a Santander, Jesús suspira de alivio, prometiéndose evitar futuros viajes tan "conversacionales".

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La confunsión 

Janire, una joven bizkaina de Barakaldo, se disponía a coger, como de costumbre, un coche compartido para ir a ver a su novio Jesús, un madrileño de la Sierra de Guadarrama, concretamente de Villalba. Se conocieron por internet hace ya casi tres años, en una app de citas. Janire tiene carné de conducir y vehículo...

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Mala pata 

En una tórrida tarde de verano en la que me dispongo a realizar mi viaje de vuelta, al finalizar las vacaciones de verano. Decidí tomar un coche compartido por la aplicación BlaBlaCar para ir desde mi pueblo natal Zafra, hacia mi Ciudad adoptiva Valladolid. Escuche hablar mucho de dicha aplicación y de lo barato y...

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OBJETIVO: LA 1984 

En el verano de 1982 me gradué como Ingeniero en Electrónica. No tardé mucho en obtener un buen empleo, con una remuneración suficiente para poder darme una vida desahogada, al fin y al cabo lo merecía.  Al cumplir mi primer año de trabajo, tenía ya derecho a 30 días de vacaciones. Recién había yo cumplido los 24...

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La Kaíta 

Jesús Guisado

30/10/2024

Despertó en la gasolinera cuando el conductor pronunció su nombre, aunque no respondió porque era el primer día que lo usaba y no estaba acostumbrada. “Mari, ¿necesitas algo?” Al oírlo de nuevo se ruborizó. Parecía un secreto olvidado del que avergonzarse: sabía que aquel nombre siempre estaría asociado al abandono. “No”, dijo. Su cabeza rodaba...

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Inesperado héroe 

Nuestro primer viaje compartido fue desde San Sebastián hasta Málaga. Recogimos a nuestra primera viajera en origen; y al segundo, en Burgos (un jovenzuelo que, tras una intensa noche de fiesta, se sentó directamente en el asiento trasero de nuestro coche con las gafas de sol y los auriculares puestos, tras apagar –eso sí– el...

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TIAN, El cielo donde se disipa el miedo 

El hecho de compartir coche, de compartir viaje te permite encontrar verdaderas joyas escondidas. Tian, que es el Cielo Chino es un centro de sanación oriental que aparece como un genio de la lámpara en pleno centro de la localidad conquense de Pozoamargo

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Los caminos de la vida 

No había casi despuntado el alba y ahí estaba esperando en Atocha Nuria. De pelo rubio ensortijado, de unos 25 años (calculé), más o menos de mi edad; con una camiseta blanca de tirantes, donde se adivinaban unos pechos breves y turgentes. Tras la presentación y los dos besos de rigor, nos pusimos dirección Cullera....

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Un viaje en coche. 

Fue en La Habana, cuando la vida aún tenía la costumbre de regalarme misterios envueltos en el papel de lo cotidiano. Me dirigía a la barriada de La Víbora, desde el corazón de La Habana Vieja. Paré un taxi justo donde los jardines del Capitolio se desplegaban más verdes. El auto, un Chevrolet norteamericano, probablemente...

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