UNA RECTA ETERNA
El paisano que llegó el último era chino. Chino de la China, ¿vale?, que tenemos la mala costumbre de llamar chino a cualquier asiático de ojos estirados. El hombre, QUE ERA CHINO, como te digo, viajó en el asiento de atrás, y de vez en cuando soltaba frases chillonas, en su jerga, pero parecían amables,...