El apuro
Nunca supe realmente de donde era. Cuando se lo pregunté esbozó una gran sonrisa. “¿De donde parezco?” Ahora me miraba retadora y eso me desconcertó mucho. Tuve que agarrar bien el volante y me pellizqué en el costado izquierdo, para no perder la concentración sobre la carretera. “Pues no sé, pareces de tantos sitios…” Creo...