¡Vaya suerte!
Estaba notando estos días como al coche le costaba arrancar sin un motivo aparente. También el pestillo de una puerta se me había bloqueado y no hacía caso al mando. Y la ventanilla del piloto iba un poco loca. Era viernes y me disponía a marchar de Burgos a Asturias. Llevaba una chica de Blablacar...