Cuéntale a Doña Ame
Desde mi asiento, miro brillar un avión cortando el cielo, arrastrando su cauda vaporosa. -¿Lo has visto también?, pregunto. Mis manos cruzan el cristal. Le atrapan para depositarlo en esta página. Plateado, brillante y de cola blanca. Mientras se aleja, más se asemeja a su descripción. -Si confías serás encandilado. Los sentidos suelen engañar. No...