Destino que no acaba
En el relato, Laura viaja en coche compartido hacia un pueblo rural. Durante el trayecto, conecta con Andrés, el conductor, con quien descubre que comparte intereses. A medida que avanzan, siente una atracción creciente, aunque intenta ignorarla. Al final del viaje, justo cuando van a despedirse, Laura se arma de valor y le pregunta si quiere acompañarla a hacer senderismo. Andrés acepta con una sonrisa, sugiriendo que el viaje ha terminado, pero su historia juntos apenas comienza.