De fantasmas, monstruos y soñadoras
No son los fantasmas de mis viajes pasados, presentes y futuros, pero casi. Tres pasajeros se suben a mi coche. Del primero me preocupo, al segundo le tengo miedo y de la tercera me compadezco.
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No son los fantasmas de mis viajes pasados, presentes y futuros, pero casi. Tres pasajeros se suben a mi coche. Del primero me preocupo, al segundo le tengo miedo y de la tercera me compadezco.
El Ford rugía más de lo habitual tratando de seguir la huella en la humedad de la arena. Había que hacer los 120 kilómetros antes de la pleamar, lo que se aseguraba llegando a la frontera antes del amanecer. El cansancio de dos semana de viaje no opacaba la alegría por lo vivido. Ninguno de...
Cristina, una psicóloga de 25 años decide ofrecer un viaje de BlaBlaCar hacia su ciudad natal, donde pasará el fin de semana con su familia. La única pasajera es Sofia, una mujer de 45 años que sube al coche con energía y ganas de entablar una conversación. Desde el inicio, Sofia mantiene un tono alegre por lo...
—Sara, ¿qué haces? Veo por la ventana; la mañana está hermosa. ¡Ven! Vamos a dar un paseo, ya lo has dicho: la mañana está radiante. Saldremos a pasear. ¿A dónde quieres ir y con qué dinero? No importa; en el camino recogeremos a personas y, con lo que nos den, pagaremos los peajes a la...
Un chofer bonaerense levanta a tres pasajeros que no se conocen entre sí y, para hacer más ameno el viaje, les propone jugar un juego.
- ¿por qué lanzaste el frasco de mermelada contra la pared de la cocina? - Hace siglos. - No sé. Importa el tiempo cuando del dolor se trata. - ¿Dolooooooooooor? Señores y señoras una vez más pido perdón Cállate
Viajábamos las tres amigas en BlaBlaCar rumbo a Granada. El conductor era Juan, un simpático asturiano al que conocimos en Gijón. —A cien metros, gire a la derecha para incorporarse al ramal —indicó la voz del GPS. —¿Qué ramal? —preguntó Juan, frunciendo el ceño. —Sal de la rotonda en la tercera salida. —¿Qué rotonda? —dijo...
Guille suspiró al subirse al coche. Su examen de inglés estaba a la vuelta de la esquina y cualquier minuto era valioso para estudiar, pero ver a sus abuelos bien lo valía. “Total, oportunidades para practicar inglés tendré muchas más”, se dijo, convencido de que el sacrificio merecía la pena. Lo que Guille no esperaba...
Ahora que te van a llevar otra vez. Que tus lágrimas flotan entre nosotros (como nosotros). Ahora que estiro mi mano para coger la tuya y no hay manera… Ahora que la Tierra se hace más y más pequeña, pienso en la noche en la que te recogí en la esquina acordada, comprobaste mi cara...
Un viaje sin complicaciones, con música, cruces, bisutería y... ¿mencione que era sin complicaciones o que hubo complicaciones?
Era una fría noche de diciembre cuando el guerrero estaba trabajando en la Barcelona nocturna, recibió un mensaje romántico de su novia que vive en Valencia. Ella le expresaba cuánto anhelaba su abrazo cálido en esas noches heladas y le pedía que tomara vacaciones para visitarla. El guerrero, también ansioso por verla, fue a hablar...