Destinos fluctuosos
Todo empezó de forma caótica. La noche anterior había terminado, inexplicablemente, en casa de mi ex. Y claro, me desperté tarde, sintiendo que la había cagado, porque ese día tenía que visitar mi nueva escuela de música en Málaga. Con la cabeza hecha un lío, abrí BlaBlaCar. Un coche salía en 45 minutos. ¿Podía llegar?...