LIBRO POEMARIO: «DÓNDE HUBO AMOR RECUERDOS QUEDAN»

LIBRO POEMARIO: «DÓNDE HUBO AMOR RECUERDOS QUEDAN»

Marcela Cortes

13/08/2020

Tu nostalgia en mí

  • En el recóndito abismo que me habitan tus ojos
  • Encuentro una palabra precisa que me deja pensando en tu recuerdo
  • Sino fuera por la ausencia que tengo de ti
  • Me desvanecería en el estéril fuego de otro cuerpo
  • Si te quisiera sentir cerca de cada duro espejismo
  • Me partiría en el alma
  • En dolores
  • En ausencias
  • Y en espasmos viscerales

Noche perdida

De mi vida…sangrante vida

Si no fuera por tus duelos vividos por mí

mi vida se hubiera quedado en el sueño profundo

de la pérdida de todo color siniestro

Si me habito en mi cada día es porque tengo el alma destruida de tanto vagar

por los caminos perdidos de la locura y el abismo

En cada mañana tú exhalas por mí el influjo de mi boca

Tengo miedo de caer en tus brazos

Y tocar al piano tu única música

Aquella que deriva en tus notas de piano triste y soñado por mi piel

Te haría el amor junto al piano

Te lamería los huesos y la sangre

Te sacaría toda la ropa que se deja caer por tu lágrima

Tendría el acto de sentirte dentro como un volcán

que explota en la sangre de mi cuerpo

Tendría entonces así un pretexto para seguir viva

y tener un día frente al calor de tu fuego

Que me despierta como un beso de cada espacio de tu boca, tu cuerpo

extasis profundo

De tu luz que amo como un oráculo de destinos no cumplidos

Para sentir que no naciste el año cero antes de Cristo como un dios

Ni que la moral de la cual pretendes ser dueño no la puedes tocar

ni con la punta de cada dedo

Ni rozar el propio aire que en tus devenires de Juan Tenorio maltrecho

has rozado mi vida con tu penumbra infiel

No sentir que la vida puede emerger desde el olvido

Desde la distancia y desde todo lo imposible

Cada vez que te toco en mi sangre en mis huesos y mi aura

Siento que tocamos el cielo con cada puñado de amor que he buscado

En cada paso que detengo ante el mal

Y entonces reflejo el espejo bello de nuestros ojos

Y temo que la tragedia final de cada vida está situada al lado absorto de un corazón

Que se hace a pulso, a sangre y redenciones de tu cuerpo de hombre ante su propia tumba

La luz de la muerte

obscura y siniestra

la luz de la vida tumultuosa y acelerada

y el sepulcro de tus ojos

delimitan la cofradía de los seres

caminamos bajo la iridiscencia

sometemos los impulsos

a la prístina conciencia de los amantes

sin pensar en la caída de ángeles terrestres

sin lamentar el arrojo en las bocas centelleantes

tal prisa por buscar la claridad nos lleva por túneles atrapantes

lamentamos igual esa entrega entre pliegues de camas abrazantes

y al roce del amor perdemos todo contacto con el día

sólo en la noche destilan las sangres que hacen combustible al fuego

y el amor tan breve se extingue al agua de los ojos

cuajando mares inhóspitos donde se ahoga:

en el olvido la pasión desbordada

los quejidos al oído

la letanía de las tardes y horas palpitantes de palabras

que hoy recuerdo desde los labios dolorosos

la muerte…la muerte, tan ensimismada en llevarse hasta los ocasos de los amantes

y los breves segundos que aún nos quedan por respirar

hacia la luz temida y la sombra despojada de esta vida

en silencios y pausas estáticas corrompemos así la poca alegría

de respirar los recuerdos que traen las luminosas presencias distantes

paralizados convocamos un buen vino para calmar la sed acumulada

en el desierto de tu nombre

en las pagodas de la soledad

llamar al olvido en la nada permite socavar la partida de la muerte

alivianar la caída en tierra

despropósito de un vuelo truncado

que fue luminoso junto a la referencia del cuerpo y el alma

y en aves lejanas de la luz emprendemos vuelo

hacia otra noche centelleante

a otras latitudes dispersas

que esperan por vivir el pacto de la luz y la sombra

en el alma de los amantes- muerte reconstituidos por el amor-luz

Fiat lux

Hágase la luz… y debió ser también la sombra

aquellas obscuridades que encendemos al roce

a la intemperie del alma

son calor fugitivo y más rápido que los mares

vacila en entrar a la habitación lúgubre de derrotas

luz que clarifica los espasmos de deseo

gravita silenciosa y amada en la mirada de los amantes

en sus affaires de engaños y siniestras traiciones

sin irradiar se confunden los sombríos pasos en las calles nostálgicas

que ocultan el crimen de matar a la otra que obnubilada no sabe del engaño

la luz centelleante se cuela por el delatar de la ropa

el olor a sábanas de estaciones de medianoche corrompe el día

tan luminosa la presencia del engaño que encandila a la mujer desprotegida

¿es luminiscencia de amor este engaño o sombra construida en el espasmo de los cuerpos?

Amortajada en tierra

Sometemos los impulsos

a la prístina conciencia de los amantes

En un breve segundo finito en su luz

irradié todo el cosmos en tu boca

lamí hasta los huesos del deseo

y estiré el cuerpo al sol del calor

para quedar sumida en el espanto

de las cosas vacías

del rostro lagrimoso amortajada en tierra

que contiene las suplicas

entonces mujer me destiné

al eterno naufragio en tu sed de abandonada en tierra

Fuego consumido/consumado

Consumimos hasta el último fuego del deseo

y luego con piedras en una impostura celeste

prendimos lo que quedaba hasta de las cenizas

como aves de ellas mismas remontamos a otras distancias

entonces la soledad le abrió un hueco negro

a los espacios que habitamos

y ya no más de fuego, piedras y pieles

se acomodó el frio eterno en las comisuras de los brazos

y en los pliegues de la embestida piel de antaño

Alas desterradas

Las aves surcaron este cielo trayendo lluvias de fuego

entonces las alas tuvieron cielo para emprender la travesía

contradictoriamente un viento empecinado

nos derribó el vuelo

y caímos en la confusa noción de ser ángeles-pájaros caídos

ahora comiendo tierra, rasguñando polvos de miseria

en la intemperie de la caída

nostalgeamos esos arrojos de coraje apasionado

ahora somos huesos y plumas derretidos por el espanto de la tierra

Soledad en estaciones

Sin ser tu sol me convertí en el calor de las pieles

Como musa afrodita en los pliegues de mis carnes

Te acogí taciturno y empecinado por los finales que ebullen

Un volcán de tinieblas cubría las soledades remotas

Que se estacionaron en el alma

Cada vez más decidor tu silencio

ha sido testigo inhóspito

De los paroxismos del espíritu

Tú tal cual tú me arrojas fuera del paraíso extinto

Y me quedo con el traje de Eva perdido

En la pérdida de ese lar infinito

Vuelo sangrante

Toco tu sangre de estallidos en mi cuerpo

arribo a tu boca embistiendo miles de explosiones de mi sangre

pájaros estacionales divisan la marea de fuego

que se levanta en la barquita de mi tiniebla

y tú implacablemente hermoso

tocas las manos que dibujan tu vuelo

y yo ya no puedo seguir la bandada

la bandada que se escapa por el horizonte finito

no hay miradas eternas que salven al deseo del frío fin

Soledad en tránsito

Sola fría pensativa

veo como la palabra se hace transfuga en tu boca

tu solemne y compuesto anuncias la despedida

y me paro en el umbral de la puerta a esperar que devuelvas el rostro

corriendo te alejas hacia el taxi de turno

y yo tan sin pasaje miro las aves que se escapan de la jaula de mis manos

Traición

(Traiciones que no se creen… que se visten de soledades)

Hubiese sido mejor decirlo
decir por ejemplo que tu cuerpo vibra con otro
que no hay huellas imborrables
que los momentos se los lleva el agua
y al agua el viento
que la sombra que aparece es de ella
que tu deseo se va de prisa en sus constelaciones
sería mejor decirlo y no callarlo para beneficio de la mendiga
para que los celos no fueran un espasmo en la intemporalidad
sería mejor que guardaras tu masculinidad para ti mismo
para que no duela presenciar el espectáculo de tu cuerpo cerca de otro referente
tal vez los insomnios y los signos que circulan diariamente
son estáticos y no mueven tus deseos
tal vez mi deseo no alcanza para retener tu huida
y con celos, rabia, una mujer latiendo
me quedo nuevamente con tu fantasma
herida en combate de sangres que pujaron y se perdieron en la distancia
ahora que estás tan sereno en la paz de ella
te acribillo con mi silencio y una humildad que me nace
frente a ti percatado de mi enamoramiento
si pudiera decirte una última palabra
no sé qué te diría, si la poesía o la sombra
si de las libertades o los engaños no forzados
siendo como soy tan libre
complejiza el hecho de haber encontrado orilla este cuerpo
que ahora sangra más nítido que nunca
y los versos tan austeros,
nombran la palabra traición y desengaño
como estoy en el siglo XXI y me rondan las vacilaciones de ser mujer
pero siempre autónoma
te digo que el tono de mi entrega fue porque sentía que tu comprendías
los espacios comunes, la cofradía del calor
pero fui yo sola y tú de a dos
una contra dos es la batalla perdida en la ignominia
en la miserable realidad de ser nada
sólo yo me tengo, nunca pensé en posesiones
pero tú y tus palabras entraron por la izquierda de mi costado
y tus besos empaparon con vinagre mis labios
tus miserables monedas me vendieron a la vida de engañada
tu mirada me desterró al paraíso solemne de la soledad
y yo tan sola te escribo estos versos hipócritas
con razones para olvidar
pero me arrojaría a una tumba donde habría enterrado tus huesos
porque ya no tienes vida en las palmas de mis manos
ya no estás más sino adherido a otra superficie carnal
y ese mar que compartimos con las plantas de los pies
se va difuminando con un azul que molesta y hasta hiere porque son salinas las olas en las heridas
me arranco… huyo de esta historia
embestida de celos y la indiferencia a andar este mismo camino
con piedras en los bolsillos
y ahogándome en estos celos de ella contra mí
me aboco a sufrir esta tragedia feroz
y el medio día es una casa sola
unas voces que llegan parodiando el pasado
y tú tan ausente te paseas por la sangre
y tú tan lejano te pierdes en el reloj de otras miradas
tú tan sereno y tan en paz puedes vivir fuera de la nostalgia
yo tan valiente…. doy un paso al lado de la melancolía
y tantas veces después del enamoramiento me caigo y me levanto en un acto patético
pero tan valiente que me despido del reloj que aguarda tu llegada
de las sábanas con olor a hombre que embiste sus traiciones
del vino que es festín para tu fiesta dulce
y con las manos heladas y vacías
te escribo en un aleteo incesante la paz de mi alma
cuando de verdad vería volar tu recuerdo muerto enterrado y pretérito
pero diciendo que te olvido
me sumo a la trayectoria de quererte
y me resto a mí misma en este trance decrepito
y las nostalgias me orillan al silencio
al alejamiento de la vida
y veo como me quedo estacionada en un recuerdo

Epitafio final

Las despedidas no existen
Es mentira, los adioses gritan en cada segundo
La embestida de tu traición le abre un surco a la piel
La corazonada en la ausencia de la ausencia
Estalla en las paredes de la conciencia
Los demonios frígidos se posan en el cuerpo muerto
Los soles de verano no entibian la memoria de graznidos horizontales

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