El se acercó mientras yo caminaba casi ausente, mi cabeza sólo pensaba en dietas que no podía cumplir, por eso , que él me sonriera, hizo que vuelva a sentir esa sensación de ser mujer ,olvidada detrás de mis rollos. Después fueron varias cafés, conocí su filosofía de vida.Me habló de su grupo y de todo lo que habían logrado, me enamoré de él ,de su entorno y de mi futuro ahí
A la semana salimos, con el grupo, a un campamento de autoconocimieto y voluntad muy estricto, no le avisé a nadie, porque no quería escuchar consejos. Sentí ese contundente impulso de ir, armé el bolsito y subí a la combi.
Mientras viajábamos, cantando , pude observar a los demás, que hasta ese momento parecían invisibles, eran normales como yo. Nos dieron a tomar un licuado riquísimo, pero nada de comida, mi estómago hacia un ruido desesperado, tenía hambre y me estaba sintiendo mal .Me ofrecieron un caramelo que me calmó por un rato.
Armamos las carpas y a la luz del fogón, sólo con una sopa liviana y nutritiva nos propusieron acabar con el hambre voraz y ser flacos para siempre, pero había que ser valientes, algunos tuvieron la osadía de preguntar cuál era el precio ,ellos, con una sonrisa contestaron: su felicidad, es la nuestra, a nosotros nos ayudaron y nosotros ahora hacemos lo mismo, es una cadena .Fui perdiendo deseo de comer y también peso, me sentía más etérea ,más linda, flotaba y él estaba ahí, sosteniéndome la mano.
Los que elegimos quedarnos nos instalamos en ese campamento, sin preguntar hasta cuando.
Solo en sueños sentía apetito,: devoraba el asado hecho a leña, mojaba el pan en su jugo, noche a noche aparecían mis comidas favoritas, las tostados de jamón y queso, el pollo a la portuguesa ,las hamburguesas con papas, Cuando estaba por tomar el café con leche me despertaban, debíamos bañarnos y salir a recoger leñas, él siempre a mi lado. Algunas veces despertaba avergonzada por mis sueños, entonces me lavaba los dientes y masticaba un de chicle especial, así estaba lista para ser besada, con ese gusto a frutilla metálica, el sabor del deseo.
Había ascendido de nivel, gracias a mi trabajo en la huerta , entonces me permitieron salir, solo a través de mis sueños, a la vida de antes ,cada vez más abominable, llena de ravioles con salsa rosa, pastel de carne, tortillas, tortas de chocolate, sándwich de milanesas,bombones.
Descubrí además ,otra manera de escapar y así entrar a mi casa través del sueño y de paso picar algo de lo que hay en la heladera, abro despacito para no despertar a nadie, iluminada por su luz tenue arrasó con todo
Dejan mucha comida, estarán inapetentes? La otra noche comiendo pizza fría, me acerqué al cuarto de mis padres y escuché llorar a mi mamá .Casi me acerco y le digo que no se preocupe, que él me cuida y que soy tan flaca como soñé.
Pero no puedo, si me ven, no puedo volver…
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