Naturaleza y obsesiones

Naturaleza y obsesiones

Bárbara Calmet

19/07/2020

El dolor … inspiración

Ver lo que se oculta tras las expresiones comunes.

Duele lo invisible, 

me indigna lo superfluo

El humano que se contenta fácil

Que no se desea distinto, que no se atribuye sus faltas.
Que le echa la culpa a dios

Que cree en dios

Como no voy a llorar mamá?

Si esto es todo tuyo…

Si no estuviste nunca dentro…

Cuidas lo de fuera y no comprendes

Estamos todos tan enfermos…

de tanto no comprender…

Nadie tiene derecho a pedirme que no llore

Que no sufra …

Mis condiciones no van a cambiar por reírme de mi,

por hacerme la tonta…

Si las sufro , honro el camino

…Es lo que nace

No a la justificación

No a la queja

Cómo no llorar tu partida…

Sería como pedirle a la madre del hijo ciego 

que no le vea ciego.

A la madre del muerto pedirle que se calme.

Tan irrespetuoso como eso…

Mi frío desamparado

Anhelante de tus abrazos y de tu mirada

El helaje marino que corta por debajo de la ropa

Ese frío , mamá, que no puede abrigar nadie .

No puedo resistir el invierno bajo el cielo de Lima…

Me desmayan los recuerdos de tu ausencia, tan antigua,

Tan dura como las piedras.

Mis pies helados me avisan de mi presión baja,

Me hablan de mi niña pálida y helada , enferma de los pulmones.

Huyo de ti mamá. Huyo del recuerdo de tu impávida mirada.

Huyo de lo que crecí creyendo que era normal.

Huyo de ver el cielo así, de sentir este frío.

Pero … este frío se ha venido conmigo

Me pongo bajo el sol y tomo café , para que me suba la presión

… y pueda recordarte sin dolor , madre

Ya no te justifico más ….incomprensión.

Estoy como muerta.

Casi no respiro.

He fumado 12 cigarrillos seguidos, uno tras otro,

Me late el cuello, me duele el brazo y el pecho me oprime.

Me ha insultado, como yo insulté.

Cambió todo, los estrógenos se llevaron su niñez.

Hecha un ovillo, estoy tirada en el pasto, en posición fetal.

Llamo a mi madre con la mente.

Por teléfono … impensable.

Me culparía de todo.

Trataría de colgar rápido para no escucharme más.

Me fumaría 12 cigarrillos más después.

Un Pre infarto.

O un infarto.

Mi cuerpo aún no registra mis infartos.

Respiro entrecortado, intentando que mi cuerpo dibuje mis emociones.

Me retrato así, con una inhalación corta y angustiante, la corriente vital trata de abrirse paso entre toneladas de humo.

Y exhalo largo, me muero, caliente, despacio.

Es el fin.

Ella , mi centro, mi muñeca de transferencia, se ha ido.

Me sujeto de sus pies, anciana, le suplico que me visite, que no me deje.

Que me recuerde…

Es cruel, se ríe de mi, insiste en que ya no me necesita.

Y me encierro sola, a soñar con el que siempre quise .

Con ese amor que me avergüenza.

Y me avergüenzo de la naturaleza incontenible

De las manchas y los golpes.

De los cortes en las muñecas y del cuerpo desnudo.

Ahora , vieja, quieta, lo imagino.

Más vívido que nunca.

Sin posibilidades, con las venas reventando de atrevimiento.

La quinta sinfonía.

Remembranza de una tragedia.

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