Ilusiones perdidas
Después de tan largo confinamiento
infinitos pensamientos que hasta entonces permanecían ocultos
sobre la presencia escondida
del olor matinal de la casa de mi niñez
cuando todo lo que se agitaba
en el interior de mi ser
eran risas, juegos y caricias infantiles,
invadiendo mi alma el fuerte olor a salitre,
salitre despedido por mi querido mar y …
acompañado por tantas caricias del viento.
Tantas emociones escondidas
en los interminables pasillos de mi memoria.
Después mi admiración penetra en las rosas rojas de primavera,
junto a los esbeltos tulipanes
de abundantes y cerradas hojas.
Sin poder ser acariciada por el dulce sol primaveral,
recuerdos de amigos entrañables,
en los que solo veía, humor, bondad y risas por doquier.
Salgo rápido de mi aislamiento,
yendo derecha a contemplar mis rosas rojas y tulipanes
Y respirar hondo la brisa eterna primaveral.
Más, ¡Oh vaga ilusión!
Ni las rosas eran tan rojas
ni los tulipanes tenían sus pétalos apretados.
El aire que respiraba era el aire tradicional
nada de lo que pensé.
Ni era tan hermoso, ni tenía el colorido que mi imaginación lo había interiorizado.
Recordaba tardes lejanas
en las que la niña que fui
sentada frente a mi mar
me afanaba por hacer montañas
cuanto más altas mejor,
para que cuando la pleamar llegase
pudieran sus olas derrumbar sus altos acantilados.
Volvía a reconstruir
otra montaña, cada vez más alta
para que las olas cada vez más fuertes
volviesen de nuevo a derrumbarla.
Con la misma tenacidad
he seguido mi vida
sabiendo que a la postre
un bichito como éste
puede echar al traste
todas las ilusiones
con la misma intensidad
de la niña que un día fuiste.
Podía haber aprovechado mi aislamiento
para escribir una obra de arte,
más solamente tres cuadros esaboríos
salieron de mis torpes manos
los tres, motivos mediocres de un alma sin sutileza.
Escenas crueles pasaron por mi mente
enfrente del televisor,
¡imágenes que podían ser muy bien las nuestras!
la sangre se paralizaba
al reconocer tan profundo mal.
Más siempre el ser humano
sigue hacia adelante,
a pesar, de calamidades y catástrofes,
porque la esperanza siempre oculta en nuestro interior
es la encargada de seguir adelante.
Piensas encontrar
mejores amores,
mejores personas, rosas rojas más hermosas,
verdes más intensos
como en nuestra niñez
que el recuerdo que tenemos
nos parece tan hermoso.
Los campos de intensidades grandes y verdosos
flores grandes y de gran colorido
y nosotros en nuestras fotografías
más hermosas y mejores.
Más falsa realidad,
seguimos siendo siempre los mismos.
En cuanto a mis amigos que tanto añoré
cuando estuve enfrente de ellos
me parecieron como siempre,
mis amigos, con sus defectos y cualidades
iguales en su forma de plantearse la vida.
diferentes muchas veces a como yo les veo
pero siguen siendo mis amigos.
F I N
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