Ahí está, Sofía la chica más hermosa que he visto en mi vida; sus ojos son dos brillantes estrellas, sus labios rojo carmesí, su piel delicada como una rosa y su cabello es semejante a una cascada de oro líquido.
Cuando estoy cerca de ella, mi corazón se acelera y cuando le quiero hablar empiezo a tartamudear; son tantos sentimientos encontrados que al momento de expresarle lo que siento no encuentro las palabras.
Hoy es el día, de declararle mi amor a Sofía, me dirijo donde se encuentra ella, y al momento empiezo a sudar como nunca, mi corazón comienza a latir más rápido de lo normal; en ese momento no pensaba nada más, que en lo que le iba a decirle a Sofía.
Cuando estoy frente a Sofía respiro profundo, me armo de valor y comienzo a decirle a todo lo que siento por ella.
Le dije:
- Que la amaba.
- Que cada minuto del día pensaba en ella.
- Que cuando ella está cerca de mí, deseo que ese momento sea eterno.
- Que no importa los problemas que yo tuviera, siempre que la miraba me olvidaba de ellos.
En ese momento me sentí libre y solo esperaba la respuesta de Sofía.
Cuando Sofía me iba a responder, sonó la alarma de reloj y desperté del más hermoso de mis sueños.
Todo fue una ilusión.
Autor: Dailer Paso.
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