Cosecha del universo

La esperanza que se tiene cuando uno es niño de recibir juguetes en navidad por costumbre, es igual al sentir de quienes con ahínco depositan su futuro en un sembrado que se presenta como una interrogante sin respuesta.

¿Qué sentir invadirá en los padres al esperar su cosecha?… Mis padres y mis tíos todos tienen ya sus frutos, ¿Qué cosecharon queriéndolo o no?.. Solo el universo lo sabrá, esas semillas poco a poco fueron creciendo y cada una de ellas escogió la regadera que con cada gota de vida llenaría el camino para emprender su odisea, más que tormentoso resultó el mar para marineros sin experiencia, que previstos de integridad se dieron cuenta que si no cambiaban de dirección el naufragio era seguro.

Los capitanes jefes de cada marinero eran los indicados para proveer esas vivencias que hacían falta para navegar adecuadamente.. ¡Qué gratificante darse cuenta de la importancia de estos escritos para todo marinero inexperto!.. Con esta reflexión honesta y dulce se que me entenderán.

Estoy en el centro de un grupo de primos, cosechas de sembradores con sueños tan grandes como el universo, mis primos, mis hermanos, columna de mi vida… Cada risa, cada llanto, cada enojo, cada momento bohemio, me hace evocar el movimiento de los cuerpos celestes en el universo, violentos y aveces apacibles y bellos para la vista.

Ahora primos yo les digo que nuestros padres cada vez que miran al cielo y ven el brillo de una estrella, se acuerdan de su cosecha y anhelan que nuestro brillo sea más espectacular, entonces demos todo lo que más podamos para ser estrellas inalcanzables, no es imposible ya que el universo nos tiene guardado un espacio en el cosmo y es gentil al esperarnos, ¡Adelante si se puede!.

Amigo lector espero que seas piadoso conmigo por este emotivo aliento a mis primos, tu también estoy seguro lo sientes como tuyo, por que en este bello universo vivimos todos.

¡Sin más descansa querida pluma ahora¡.. Porque como toda obrera cumpliste tu trabajo, ya puedes descansar con la sensación de la misión cumplida.

(Gabo Mere)