Nada importa cuando viven en criptas de oro
Auque las paredes lloren y las ventanas rechinen
Los oídos son negruzcas tumbas ante los gritos de la sociedad que agoniza en cada esquina.
Nada importa cuando viven en criptas de oro
Auque las paredes lloren y las ventanas rechinen
Los oídos son negruzcas tumbas ante los gritos de la sociedad que agoniza en cada esquina.
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