Amando no se si en tanto secreto

Ayer caminaba perdida entre Playa ancha y Venus, me preguntaba que fue lo que me dieron, pues entre tanto humo te esfumabas y yo seguía caminando hasta donde me llevara el viento sin pensar en nada más que en encontrarme.

En la noche luego de pasar horas en esa mi grata compañía que jamás había notado, comencé a buscarte por los cielos imaginando que quizás tu también andabas a bordo de una nave, pero como no te encontraba decidí buscar tu rostro en la luna, aunque pronto me di cuenta de que la lunita estaba mostrando su cara oscura, no supe que hacer así que rápidamente me decidí a dormir.

Hoy al despertar ya mi nave se había escondido, con ella también se escondió el sol, te escondiste tu hasta quizás cuando… es una mañana muy fría y no tengo más panorama que seguir creando, mientras puedo oír el canto de las aves que con su pequeñez expulsan tan magníficas melodías que incluso con las ventanas cerradas puedo oír. Es una mañana que me invita a recordarte para reencontrar los colores que necesito para pintar, pero también es una mañana que me pide no olvidar el gran universo inspirador que existe en mi interior.

Entre mi mundo y otros mundos, entre mi esencia y el humoso esfumado, entre canciones y colores. Entre este cuarto de 4 paredes, me preparo para ir al estacionamiento más cercano y lanzarme nuevamente al espacio donde podrías o no estar, el resto de este día es incierto, lo único real es que estoy aquí y ahora preparándome para viajar y amando no se si en tanto secreto a tu espíritu libre.

Achanqara