El viaje

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Hay personas que creen que cuando iniciamos el viaje lo hacemos solos, creen que cuando lleguen a su destino no habrá nada para ellos, solo oscuridad. 

En cambio hay otras personas que cuando inician el viaje se llevan consigo sus mejores recuerdos, sus momentos de alegrías y felicidad, su mejor vivencia, el rostro de la persona o personas más amadas y que cuando lleguen definitivamente a su destino estarán rodeados de luz, una luz tan intensa y tan cegadora que no necesitarán ojos para ver, manos para tocar, ni pies para caminar, este es el último y definitivo viaje de la vida.

Yo creo que cada uno encontramos lo que esperamos encontrar, elegimos como quiere ser el viaje, igual que eliges el medio de transporte para llegar a la playa. Puedes ir en coche y tú conduces o puedes ir en bus disfrutando del paisaje.

También eliges las cosas que te llevas en la maleta, ropa de verano o de invierno, cosas que te gustan o cosas que crees necesarias. En este viaje pasa lo mismo, eliges que quieres llevarte, que será útil, que cosas has aprendido, que te ha gustado y que has disfrutado tanto que no quieres perderlas, cosas fuertes y experiencias inolvidables que crees que te serán útiles.

Este viaje se emprende cuando nuestra energía deja de ser suficiente para mantenernos, es quizás el viaje más personal de todos pero no quiere decir que uno se sienta solo, ni que lo esté. Una persona está sola solo si ella lo elige.

Todos elegimos aunque a veces nos cueste creerlo, elegimos caminos a todas horas, elegimos sin saber que estamos eligiendo, cambiamos sin saber que estamos cambiando y conseguimos alcanzar cosas que nunca pensamos lograr. Conocemos personas que no esperábamos en nuestro camino y convivimos con más personas de las que algún día soñamos que podríamos conocer.

Vivimos en un viaje continuo de sentimientos, en una montaña rusa de emociones, en una carrera de caballos que realmente giran en círculo. Un círculo perfecto, la vida en si es la perfección, nacemos y vivimos para descubrir y nos marchamos sabiendo.

Sabiendo que es triunfar y perder, que se siente al estar feliz o al sentir tristeza, el horrible sentimiento del miedo o de la angustia, el placentero acto de dormir y soñar, amar y ser amado, estar solo o muy acompañado, creer en las personas y decepcionarte con otras, sentirte muy fuerte o sentir que alguien debe cuidar de ti, todas ellas cápsulas de sabiduría guardadas en la memoria.

Nunca he comprendido el miedo a viajar, en este viaje nunca habrá un accidente, nunca te faltará nada en la maleta, ni equivocarás el camino, nunca te habrás sentido más liberado en todos los sentidos, nunca este viaje a decepcionado a nadie porque es como el primer viaje que realizas. Aterrizas en la tierra porque tus padres te llamaron y viniste.

Quizás es hora de ayudar a otras personas emprendiendo este viaje, nunca vemos los viajes como algo necesario, pero igual que en el trabajo nos obligan a cogernos un mes de vacaciones por año, el viaje es de obligado cumplimiento para descansar, no es una imposición injusta es un derecho. Igual que no sería justo que una persona trabajara toda su vida sin vacaciones no sería justo que una persona no tuviera su derecho a descansar.

Hay personas que han emprendido el viaje en muchas ocasiones y al final han tenido que volver, seguramente no llevaban todo lo necesario en la maleta. Estas personas son privilegiadas porque llevan en su aprendizaje cómo será el inicio de un viaje fantástico y único aportando con ello una experiencia vital sin precedentes.