Inestabilidad laboral.

¡Amo los número por ser exactos!, quizás eso defina rasgos del mi personalidad, pero déjame me presento: contadora pública de profesión, actualmente laborando en el área presupuesta de la industria petrolera en México, con nueve años de experiencia en el puesto de los dieciséis que tengo en esta empresa.

Soy afortunada de trabajar en lo que me gusta, cada mañana al encender mi ordenador me transporto al mundo de los números, -donde cada uno en solitario no significa mucho, pareciendo irrelevantes e inofensivos- pero cuando son puestos en un contexto específico, es entonces cuando surge la magia y cobran vida en los diferentes escenarios los cuales hay que presentar con precisión, calidad y prontitud para una efectiva toma de decisiones, es agarrar ese mundo de cifras dándoles el sentido para ser comprendidas de la mejor manera en el menor tiempo, ¡suena fácil, no?.

Para realizar esta función busco optimizar constantemente las herramientas administrativas que me permitan mejorar en calidad y tiempo la presentación del dato, esto muchas veces requiere realizar replanteamientos que en ocasiones me quitan el sueño, pero cuando observo que el resultado de mi trabajo excede  a las expectativas planteadas en un inicio, es ahí cuando sé que mi trabajo ha valido la pena.

Este trabajo es cansado y en en muchas ocasiones desgastante física y mentalmente, pero  para mi ha sido muy satisfactorio profesionalmente, valiéndome muchas veces el reconocimiento de mis superiores.

Pero hoy tengo que asumir mi desgano derivado de la inestabilidad laboral, situación que me ha llevado a ser contratada por medio de fuentes externas (outsourcing) con una disminución considerable del cincuenta por ciento en mis ingresos desde hace cinco meses y por otro lado tengo la propuesta formal para ocupar una vacante definitiva dentro de la organización.

No es la primera vez  que he sido propuesta para ocupar un puesto definitivo, pero desgraciadamente se ha desmerecido el trabajo analítico, considerándolo que puedes ser otra función mas, relegando su importancia. Y esta vez para ser mas efectiva esta propuesta he sumado una ingeniería a mi requerimiento profesional que acompañada por el conocimiento y experiencia deberían ser un factor determinante para la consecución de ese fin, aunque debo admitir que muchas veces el favoritismo pasa por encima de cualquier propuesta.

Mi objetivo es claro, anhelo la estabilidad laboral que me permita cumplir objetivos personales que he postergado por invertir tiempo en hacerme indispensable y ganarme un lugar dentro de la empresa, ahora ya no tengo que probarle a nadie que soy capaz para el puesto, estoy convencida de ser la persona idónea, pero eso no depende de mí, lo que si depende de mí es tener claro mi futuro; tengo cuarenta y un años, una gran experiencia laboral y una vida por delante para desarrollarme en cualquier ámbito.