Lo que no hiciste (o El pósit amarillo chillón)
Estático. Inmóvil. Retenido.
Sabes que no eres único, ni especial. Que estás acompañado pero. Que no eres, no existes, que sólo estás, que haces, sobre todo qué no haces, qué dejas de hacer, qué no hiciste, nunca por qué hiciste esto o por qué no lo hiciste o por qué lo dejaste de hacer.
Al final del día, sólo eres la suma de todo lo que no hiciste.
De lo que dejaste por hacer.
Lo que hiciste no cuenta, lo habría hecho otro si no tú, de todas formas lo que hiciste debía ser hecho, no hay mérito en haberlo hecho, no hay mérito en nada de lo que hagas. Sí en lo que dejas de hacer, si no mérito desde luego sí una nota, un apunte, un posit amarillo chillón puesto en tu cuerpo, “no hiciste tal cosa que debía ser hecha”.
Estático
Inmóvil
Retenido
Guardas el posit amarillo chillón en algún bolsillo de tu cabeza, ése que no tiene un agujero, ése que te recuerda lo que no hiciste camino de casa, ése que guiña un ojo, un ojo de posit claro está, mientras improvisas una cena y miras una televisión o mientras la televisión te mira y te cena una improvisación.
Estático
fijo invariable inmóvil inamovible quieto
El posit amarillo chillón que aparece pegado en tus sábanas
en tu lamparita
en tu mesita de noche
en tu techo
y que brilla en la oscuridad de tu habitación con una luz tan fuerte tan ciega tan-luz-de-las-que-ya-no-se-ven que todo tu día anterior queda cegado borrado olvidado qué día me estás diciendo.
Inmóvil
inerte quieto inamovible estático petrificado constante firme
El posit amarillo chillón te despierta venga arriba tienes que hacer un algo que no hiciste ahí tienes café no hice tostadas las dejé de hacer no me preguntes. Seguramente soñaste con él, pero ya no lo recuerdas, tu sueño desaparece poco a poco como desaparece la diferencia entre ayer y hoy y mañana.
Retenido
detener guardar entorpecer paralizar dificultar inmovilizar parar obstruir
…
…
… y sin embargo
esa luz
cuando sales por la puerta l
y te ciega u
brevemente z
y cierras los ojos y respiras y sientes la claridad sólo adivinada durante las seis, siete, ocho, nueve ese día tonto que te quedas haciendo algo que no hiciste que dejaste de hacer, horas, horas interminables, estáticoinmóvilretenido, que aparecía como breves resquicios, pequeñas zonas a tu paso, intentando ayudarte, apoyarte, rescatarte, esa claridad que ahora sientes y respiras, esa claridad que ahora
eres
y no abres los ojos por temor a que desaparezca, como desaparece el sueño cuando los abres cada mañana y entonces tienes que levantarte, y recoger el posit de la mesita de noche, el de la lamparita, el de la sábana que en tu sueño desplazaste hacia otro lado de la cama, el del techo que te lleva sus buenos diez minutos alcanzar.
Pero no se va. Está ahí. Sigue contigo. La claridad. La luz. Estás fuera, estás libre, no eres Estático, ni Inmóvil, ni Retenido. Eres.
La diferencia, la finatransparentedébil línea que diferencia al hoy del mañana, es que el mañana no es hoy. De eres a serás hay como nueve libros de historia que hoy no vamos a contar. Eres. Sé.
Y el posit amarillo chillón déjalo donde lo olvidaste.
Texto de Mario Hernández
Fotografías de Paloma Criado
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